LOS DADOS ETERNOS DE CESAR VALLEJO

CÉSAR ABRAHAM VALLEJO MENDOZA

Para Manuel Gonzales Prada,

esta emoción bravía y selecta,

una de las que, con mucho entusiasmo,

me ha aplaudido el gran maestro.


LOS DADOS ETERNOS

Dios mío, estoy llorando el sér que vivo;
me pesa haber tomádote tu pan;
pero este pobre barro pensativo
no es costra fermentada en tu costado:
¡tú no tienes Marías que se van!


Dios mío, si tú hubieras sido hombre,
hoy supieras ser Dios;
pero tú, que estuviste siempre bien,
no sientes nada de tu creación.
¡Y el hombre sí te sufre: el Dios es él!

Hoy que en mis ojos brujos hay candelas,
como en un condenado,
Dios mío, prenderás todas tus velas,
y jugaremos con el viejo dado.
Tal vez ¡oh jugador! al dar la suerte
del universo todo,
surgirán las ojeras de la Muerte,
como dos ases fúnebres de lodo.

Dios míos, y esta noche sorda, obscura,
ya no podrás jugar, porque la Tierra
es un dado roído y ya redondo
a fuerza de rodar a la aventura,
que no puede parar sino en un hueco,
en el hueco de inmensa sepultura.

LOS DADOS ETERNOS

Tema : La reflexión del poeta ante la indiferencia de Dios por el sufrimiento humano.


En la primera y segunda estrofa observamos el reproche del poeta a Dios por no sentir el sufrimiento humano. La tercera estrofa evidencia el reto del poeta a Dios a juagr con el destino de la tierra (humanidad).La cuarta estrofa evidencia el sentimiento de impotencia ante la destrucción de la humandad.