BIOGRAFIA DE CRISTÓBAL COLÓN
Cristóbal Colón nació en Génova, Italia en 1451. Sus padres Domingo Colombo y de Susana Fontanarossa. Colón era el mayor de los tres hijos del matrimonio, siendo los otros: Bartolomé, Juan Diego y Blanca.
Siguiendo la costumbre de aquella época, Cristóforo Colombo, latinizó su nombre por Columbus y al entrar al servicio de España, adoptó la forma española de Colón.
Su familia era de tradición tejedora y mantenía un taller en la parte baja de la ciudad, sirviendo como aprendiz de su padre pero demostró que no tenía intenciones de mantenerse ligado a los oficios manuales y comenzó a probar suerte en el mar, visitando varios puertos del Mediterráneo.
En la década de 1470, Colón recorrió el mar Mediterráneo, llegando hasta la isla de Quío (o Chío) y a las aguas de Túnez. Luego viajó hasta Inglaterra, desde donde realizó una travesía a Islandia.
A su regreso se estableció en Portugal y se dedicó, junto a su hermano Bartolomé, a dibujar cartas marinas (portulanos) para venderlas en Lisboa.
De esa manera, los Colón se vincularon a importantes geógrafos de la época como Fernão Martins o Paolo del Pozzo Toscanelli.
En esta misma época Cristóbal aprendió un latín rudimentario que le serviría para leer las obras de los sabios. Además, fue comisionado a efectuar un viaje a las islas de Madera para adquirir un cargamento de azúcar. En 1479 se casó con Felipa Moniz de Perestrello, hija del primer gobernador de Porto Santo de Madera, con quien tuvo a su hijo Diego, futuro virrey de las Indias. En 1483, Colón tuvo la oportunidad de conocer las factorías portuguesas en las costas de África.
Después de dieciocho años de estudio y meditaciones, Colón convencido que se podía acortar el camino para llegar a la India viajando por occidente, trató de poner el práctica sus idea. En busca de apoyo se dirigió a Don Juan II de Portugal, un consejo de sabios desechó las teorías de Colon. Sala de Lisboa a fines de fines de 1484, envía a su hermano Bartolomé a pedir ayuda al Rey de Inglaterra Enrique VII. Pasan algunos años, llega a España, pobre y viajando a pie, en compañía de su hijo Diego, que tenía 12 años de edad. Se detiene en Andalucía en el convento de Santa María de la Rábida, pidió pan y agua para su hijo.
El guardián del monasterio Fray Juan Pérez, conversó con él y quedó sorprendido por la sabiduría de sus ideas, se hizo cargo de la educación de su hijo y dio una carta de recomendación para el Confesor de la Reina, Don Fernando de Talavera. En 1486, llegó a Madrid; España estaba en guerra con los moros de Granada y el Reino no tenía dinero. Alonso de Quintanilla, contador mayor de Castilla, hospedó a Colón, gratuitamente en su casa.
Los reyes escucharon el proyecto de Cristóbal Colón y comisionaron a Fernando de Talavera, confesor de la reina para que estudiara el proyecto; éste consultó con el congreso de sabios españoles quienes no apoyaron el proyecto de Colón. Pensó trasladarse a Francia a pedir ayuda a Carlos VIII, pasó por el convento donde se educaba su hijo; el prior Juan Pérez de Marchena, que apreciaba su talento escribió de nuevo a la Reina, quien lo invitó a Santa Fe, en la vega de Granada; Colón fue invitado a volver a la corte.
En 1492 termina la guerra con los moros; Quintanilla y Santangel protectores de Colón convencieron a la Reina para que le prestara su ayuda. Hechos los arreglos en la corte se preparó la expedición, al mando de Cristóbal Colón, con tres carabelas armadas: La Santa, María, La Pinta y La Niña.
La expedición se componía por 120 hombres entre marineros, algunos aventureros y caballeros de la corte; los gastos alcanzaban a 20 mil pesos. Antes de salir, confesaron y comulgaron de manos del Padre Pérez. En la mañana del 3 de agosto de 1492, Colón se dio a la vela en el Puerto de Palos. Iba en busca de un mundo desconocido.
Fuente: http://www.mined.gob.ni/cristob2.php
Siguiendo la costumbre de aquella época, Cristóforo Colombo, latinizó su nombre por Columbus y al entrar al servicio de España, adoptó la forma española de Colón.
Su familia era de tradición tejedora y mantenía un taller en la parte baja de la ciudad, sirviendo como aprendiz de su padre pero demostró que no tenía intenciones de mantenerse ligado a los oficios manuales y comenzó a probar suerte en el mar, visitando varios puertos del Mediterráneo.
En la década de 1470, Colón recorrió el mar Mediterráneo, llegando hasta la isla de Quío (o Chío) y a las aguas de Túnez. Luego viajó hasta Inglaterra, desde donde realizó una travesía a Islandia.
A su regreso se estableció en Portugal y se dedicó, junto a su hermano Bartolomé, a dibujar cartas marinas (portulanos) para venderlas en Lisboa.
De esa manera, los Colón se vincularon a importantes geógrafos de la época como Fernão Martins o Paolo del Pozzo Toscanelli.
En esta misma época Cristóbal aprendió un latín rudimentario que le serviría para leer las obras de los sabios. Además, fue comisionado a efectuar un viaje a las islas de Madera para adquirir un cargamento de azúcar. En 1479 se casó con Felipa Moniz de Perestrello, hija del primer gobernador de Porto Santo de Madera, con quien tuvo a su hijo Diego, futuro virrey de las Indias. En 1483, Colón tuvo la oportunidad de conocer las factorías portuguesas en las costas de África.
Después de dieciocho años de estudio y meditaciones, Colón convencido que se podía acortar el camino para llegar a la India viajando por occidente, trató de poner el práctica sus idea. En busca de apoyo se dirigió a Don Juan II de Portugal, un consejo de sabios desechó las teorías de Colon. Sala de Lisboa a fines de fines de 1484, envía a su hermano Bartolomé a pedir ayuda al Rey de Inglaterra Enrique VII. Pasan algunos años, llega a España, pobre y viajando a pie, en compañía de su hijo Diego, que tenía 12 años de edad. Se detiene en Andalucía en el convento de Santa María de la Rábida, pidió pan y agua para su hijo.
El guardián del monasterio Fray Juan Pérez, conversó con él y quedó sorprendido por la sabiduría de sus ideas, se hizo cargo de la educación de su hijo y dio una carta de recomendación para el Confesor de la Reina, Don Fernando de Talavera. En 1486, llegó a Madrid; España estaba en guerra con los moros de Granada y el Reino no tenía dinero. Alonso de Quintanilla, contador mayor de Castilla, hospedó a Colón, gratuitamente en su casa.
Los reyes escucharon el proyecto de Cristóbal Colón y comisionaron a Fernando de Talavera, confesor de la reina para que estudiara el proyecto; éste consultó con el congreso de sabios españoles quienes no apoyaron el proyecto de Colón. Pensó trasladarse a Francia a pedir ayuda a Carlos VIII, pasó por el convento donde se educaba su hijo; el prior Juan Pérez de Marchena, que apreciaba su talento escribió de nuevo a la Reina, quien lo invitó a Santa Fe, en la vega de Granada; Colón fue invitado a volver a la corte.
En 1492 termina la guerra con los moros; Quintanilla y Santangel protectores de Colón convencieron a la Reina para que le prestara su ayuda. Hechos los arreglos en la corte se preparó la expedición, al mando de Cristóbal Colón, con tres carabelas armadas: La Santa, María, La Pinta y La Niña.
La expedición se componía por 120 hombres entre marineros, algunos aventureros y caballeros de la corte; los gastos alcanzaban a 20 mil pesos. Antes de salir, confesaron y comulgaron de manos del Padre Pérez. En la mañana del 3 de agosto de 1492, Colón se dio a la vela en el Puerto de Palos. Iba en busca de un mundo desconocido.
Fuente: http://www.mined.gob.ni/cristob2.php
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